EL REGRESO DE DIEGO
Diego Ribas ha vuelto a casa. Ha vuelto al sitio donde, sencillamente, mejor ha jugado al fútbol. En su primera etapa como colchonero, consiguió ganar la Europa League frente a los leones en un marco inigualable. En Bucarest, el Atlético venció 3-0 con dos dianas de Falcao y una del propio Diego. Su gol fue una delicia que puso la guinda a una fantástica temporada y a un título ansiado.
El Cholo Simeone fue clave en la explosión del brasileño. El entrenador argentino asumió el mando del Atlético cuando el equipo se asomaba peligrosamente a los puestos del descenso. Desde el primer momento manifestó que la figura del brasileño era fundamental. Diego pasó de ser el mejor en las derrotas a ser la clave de las victorias. Asumió la responsabilidad y llevó al Atlético a lo más alto en Europa, apoyándose en los goles de Falcao y en el talento de otro futbolista diferente: Arda Turan.
Fue un final de película, pero en los títulos de crédito llegaron las malas noticias. Diego volvía a Alemania, por más que el conjunto rojiblanco intentase una opción de compra a la que el Wolsburgo no accedió. Allí empezó su divagar por el país teutón, donde sus cualidades no han sido valoradas. Su paso por equipos como Oporto, Werder Bremen (ahí sí que cuajó excelentes temporadas), Juventus y Wolsfburgo fue discreto. Solo en el Atleti ha tenido continuidad, en los demás sitios le consideraban un jugador de “estudio estadio”. Propenso a los malabarismos y a desaparecer de los partidos.
Simeone también ha sido el artífice de su fichaje, tal y como reconocía el propio brasileño en su presentación. El técnico argentino ha insistido en cada período de fichajes en la necesidad de recuperar a Diego. Al final tras varios procesos de negociación, el regreso del crack se ha consumado. Y el domingo llegó el debut soñado.
Es normal que Diego se sintiera querido en el club colchonero, ya que antes de que pisara el cesped su nombre ya había sido coreado por su afición. Gracias a ello, su confianza se dispara y eleva al Atlético a una condición superior. Ya no es solo un equipo peleón con una efectividad demoledora, es un equipo con más clase y mayor imaginación. Todo ello puesto al servicio del equipo. Diego ha entendido que el Cholo le pide sacrificio y trabajo en el repliegue, y descaro y atrevimiento en ataque. Acepta de buen grado las consignas de su técnico, y feliz y respaldado, dará muchas alegrías al Calderón. Como ya hizo el domingo con su gol, que desató el delirio de la grada.
Se asociará como ya hizo en su primera etapa con Arda Turan, que atesora más clase que ningún otro colchonero. Y que además es también un ejemplo en la presión. Estos dos jugadores, bien mezclados, pueden volver a formar una sociedad única. Con la colaboración del ya consagrado Koke y del incombustible Gabi. Además, Diego Costa recibirá más balones a la espalda de la defensa.
Diego Ribas ha sido más futbolista en el Atleti y el Atlético es mejor equipo con Diego. Le aporta una nueva dimensión y muchas variantes, un fútbol más vistoso y creativo. El Atlético rascara menos tobillos, dará menos gorrazos y romperá más cinturas.
Sin embrago, la contratación del brasileño ha supuesto la salida del prometedor Oliver Torres, al que el Cholo había fogueado de maravilla en Primera. Oliver en Villarreal tiene la oportunidad de convencer a todos los atléticos de que es el heredero de Diego. Desequilibrio y descaro no le faltan. Hasta entonces, los colchoneros disfrutaran del gran Diego sin olvidarse de su perla.
Diego tiene un reto pendiente: vencer al Real Madrid. En su primera etapa no lo consiguió y ahora espera poder sacarle los colores al vecino. El Atlético de Madrid siempre estuvo en su corazón y el Real Madrid en su punto de mira. No hay razón para perderse el partido de esta noche. Juega Diego.
J.R.G
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